Descripción
El efecto de la baraja McCombical, pero ideal para niños. El mago muestra a la audiencia un paquete de postales con los dibujos de frutas.
Le dice al público que dejará solamente una de esas frutas en un atril y a la vista de todos pero de dorso al público. Luego el mago hace pasar al escenario a un espectador diciéndole que también tiene otro paquete de postales con los dibujos de las mismas frutas repetidas y que el juego consistirá en que este espectador elegirá libremente una de las postales y que sin haber visto la primera postal, él elegirá exactamente el mismo dibujo.
El mago muestra las postales a la audiencia, pidiéndole al espectador que no vea las postales que va mostrando al público. La audiencia ve como el mago le muestra todas postales con el mismo dibujo, (lógicamente les causará risa, pues son todas iguales y ya imaginan que es igual a la postal que está en el atril). El mago le pide al espectador que elija una postal que el mago va pasando boca abajo una tras otra y de una mano a la otra, el espectador no ve las figuras pero el publico sí. Una vez el espectador elije una postal, el mago le pide que se la coloque pegadita a su pecho y que nadie vea qué postal eligió. Hecho esto, el mago le pide al espectador que nombre la fruta elegida por él, pero tanto para el mago como para la audiencia no es (supuestamente) la fruta que el mago había dejado en el atril al comenzar el juego. Entonces el mago le pide al espectador que muestre su postal y en ese mismo momento muestra la postal del atril y mágicamente las dos postales tienen los mismos dibujos.
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