Descripción
El artista presenta una guillotina en la cual, y después de mostrarla, coloca un cigarrillo, y accionando la cuchilla, este queda partido en dos. Nuevamente coloca un cigarrillo, pero ahora pide a un espectador que ponga el dedo en otro agujero de la guillotina, en el que antes habíamos cortado el cigarrillo. Se acciona la guillotina y con gran asombro se observa que el cigarrillo se ha cortado mientras que el dedo, por suerte, ha quedado intacto.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.