Descripción
Se da a examinar a los espectadores un gran saco de lona, una barra de hierro con un agujero en cada extremo y dos candados. Una vez comprobado que todo es correcto, el mago se introduce en el saco y los espectadores pasan la barra de metal por los ojales de la boca del saco y cierran la barra con los candados, sellando completamente la boca y haciendo del todo imposible la salida. Se cubre el saco de la vista del público con una tela, y el mago logra en poco tiempo escapar del saco, vlviendo a mostrarlo todo para que comprueben que no hay cortes o aberturas de ningún tipo en el saco.
La longitud del saco permite estar de pie en su interior, sin tener que agacharse o forzar la postura.
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